En
el Berciano y recóndito de Valle del Silencio, en el centro de los Montes
Aquilnos, se haya este bonito pueblo
leonés asentado en torno al monasterio levantado por San Genadio en el siglo IX
en honor a Santiago al pie de los farallones del blanco pesñasco, la Peña Alba,
que da origen a su nombre.
Con
tanto sólo 30 habitantes uno se sumerge en el silencio de estos parajes, conocidos en el altomedievo como la Tebaida
berciana, solo interrumpido por nuestro caminar por sus empedradas y empinadas calles y nuestro resuello mientras
recorremos el bello caserío con sus tejados de pizarra, piedra caliza y la
mampostería de sus balconadas y corredores hoy restaurados en gran parte.
Testigo
perenne de su pasado es la Iglesia de Santiago
fundada por el Abad Salomón alrededor del 933, en tiempos de Ramiro II, que
constituye una destacada joya del Arte Mozárabe como atestigua su puerta de
entrada principal de doble arco de herradura orientada al sur como solía ser
habitual . En ella estaba la famosa cruz visigótica de Peñalba, símbolo de la
Comarca del Bierzo.
A
tan sólo 2 km en un paseo de unos una media hora podemos visitar la Cueva de
san Genadio fundador y abad del monasterio y posteriormente Obispo de Astorga
quien se retiró como eremita esta Cueva.
Según
cuenta la leyenda como quiera que no se podía concentrar en sus plegarias a
causa del caudal del rio, pidió a Dios que callara su rumor sepultando éste las
aguas hoy subterráneas. Dentro de la Cueva protegida por una verja se encuentra
con pequeño altar con la imagen del santo al cual podemos pedir un deseo para
cumplir con la beata tradición.
Muy
cerca de Peñalba se encuentra San Pedro de Montes, con su iglesia, conjugando armoniosamente los
estilos románico, prerrománico y visigodo, y las ruinas de su monasterio, del
cual podemos ver los restos de su claustro, fundado originalmente en el siglo
VII por San fructuoso y levantado de nuevo en el 895 por San Genadio al que se
le conoce tambien por su dedicación repobladora de cenobios.
Además
de arte podemos perdernos por este frondoso valle y contemplar los frondosos
bosques de robles, hayas, nogales y castaños y las aguas bravas de sus ríos y arroyos. Eso
sin olvidarnos que nos espera la comida berciana, con su famosos botillos,
pimientos asados, lacones y carnes. Ideal para reponer fuerzas.
Se
accede a Peñalba de Santiago desde Ponferrada cogiendo una sinuosa y angosta carretera
con dirección a esta auténtica aldea perdida situada a 22 km de distancia
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