Muchas veces nos olvidamos de uno de los sitios pioneros del turismo de montaña en nuestro País como es la Sierra de Gredos. Testigo de ello es el Parador de Turismo de Navarredonda inaugurado en este maravilloso paraje serrano en 1928 cuando su Majestad D. Alfonso XIIIrecorría estas escarpadas cumbres con sus tres Macizos y su majestuosoCirco, presido por el Pico Almanzor , en busca de la preciada cabra hispánica, emblema tradicional de Gredos.
Difícil es determinar un lugar preferido en estas abruptas montañas y fértiles valles fluviales, todos son de gran belleza y contienen al que escribe estas líneas muchos recuerdos. La vista asombrosa que se tiene desde elPuerto de Pico y su calzada romana adentrándose en la falla extremeña, el Puerto de Tornavaca, el Valle del Tietar, La Vera, los cursos Alto Alberche y el Tormes, el Valle del Ambroz disputan entre si la condición la condición del mejor paisaje de la Sierra.
Poblaciones como Navarredonda, Hoyos del Espino, El Arenal , El Hornillo Guisando o Candeleda son algunos de los pequeños pueblos serranos, dotados muchos ellos de un especial microclima, que transmiten al viajero el encanto de estas tierras bendecidas por la mano del Señor. Excursiones como la que nos llevan a la Laguna Grande, la contemplación del Circo de Gredos o la ascensión al Almanzor o su cercana Galana, merecen una visita a esta Sierra a caballo de las provincias de Ávila, Cáceres, Toledo y las estribaciones suroestes de Madrid.
Hoy me voy a decantar por mencionar un lugar singular de estas imponentes cumbres del Sistema Central, El Macizo granítico de Los Galayos, situado en la zona Sur de la Sierra.
Situado en las cercanías de los pueblos de Guisando y el Hornillo, este paraje de los Galayos (Etimológicamente el deriva del árabe- Golaa-significando conjunto de Rocas Peladas) constituye un conjunto de crestas y profundas gargantas que desde siempre ha atraído a montañeros de todas partes por lo escarpado y abrupto de su agujas y espolones con desniveles que alcanzan los 2.300 metros. Destaca la ascensión de la conocida Aguja Negra que con sus 330 metros es la pared mas larga del centro de la Península.
Si bonito, es el paraje de alta montaña no lo son menos los pintorescos pueblos circundante de Guisando (para Camilo José Cela el mejor paisaje de España) y el Hornillo. Pueblos que además del tipismo de su blanco villorio, el calor de sus pocos habitantes, acostumbrados a tratar al viajero, gozan de un precioso paisaje rodeado de pinares, olivos, frutales y gargantas cortadas por agrestes cursos de frías aguas bravas y limpias.
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